Abandono
Mujer de camisón fino,
ancha de frente,
estrecha de mente
y ojos de vino.
Esa mujer se llama abandono,
si eso duele ya poco importa,
aquí me quedo impertérrita y absorta.
Yo, comoda, me aposento en su trono.
De que extraños artificios
está hecho el amor de un hombre
harto repleto de propios beneficios.
Pero si olvidan tu nombre
amores son desperdicios
y la pasión se hace hambre.
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